jueves, 6 de agosto de 2009

¡Ordena tu amor! Mira a tu interior..., no sea que ames lo que no debes, o no ames lo que debes amar... ¡Ordena tu amor! No sea que ames más lo que debes amar menos o ames menos lo que debes amar más...

No busques qué dar... Date a ti mismo...

La medida del amor es el amor sin medida...

¿Queréis cantar alabanzas a Dios? Sed vosotros mismos el canto que vais a cantar... Vosotros mismos seréis su alabanza..., si vivís santamente...

Los hombres salen a hacer turismo para admirar las crestas de los montes, el oleaje de los mares, el copioso curso de los ríos, los movimientos de los astros... Y..., sin embargo..., pasan de largo de sí mismos...

Que nadie diga: "¿para qué voy a ir a la iglesia? Mira los que van todos los días..., no practican lo que oyen"...Sin embargo hacen algo: oír... Así algun día podrán hacer las dos cosas: oír y practicar... Pero tú..., ¿cómo vas a llegar a practicar si estás huyendo de escuchar?

Si comparas lo que eres con lo que debes ser..., verás que lo que te falta..., es mucho más que lo que tienes...Por eso debes ser más humilde por lo que te falta..., que orgulloso por lo que tienes...

Hay algunos que leen libros para encontrar a Dios... La belleza de lo creado es un gran libro... Contempla, examina, lee todo lo grande y lo pequeño... Dios no se sirvió de letras para que le conocieras..., sino que puso delante de tus ojos las cosas mismas que hizo...

La verdad no es mía ni tuya..., para que pueda ser tuya y mía...

Aunque a ambos les mueve el deseo de conocer..., el curioso anda a la caza de cosas inútiles..., mientras que el sabio se preocupa sólo de las necesarias...

viernes, 3 de julio de 2009

Algunas Reflexiones

  • El abad Macario el mayor, decía en Scitia a los hermanos: «Después de la misa en la iglesia, huid, hermanos». Y uno de ellos le preguntó: «¿Padre, dónde podremos huir más lejos de este desierto?». El abad puso su dedo en la boca y dijo: «De esto, os digo, que tenéis que huir». Y él entraba en su celda y cerrando la celda se quedaba solo.

  • Dijo el abad Macario: «Si queriendo reprender a alguno, te domina la ira, satisface tu propia pasión. Por salvar a tu prójimo, no debes perderte tu».

  • Se decía del abad Pastor que cuando le invitaban a comer iba a disgusto y contra su voluntad, para no desobedecer y contristar a sus hermanos.

  • Le contaban al abad Pastor que había un monje que no bebía vino. Y él les respondió: «El vino no convierte en absoluto a los monjes».

  • Dijo el abad Pastor: «Así como el humo expulsa a las abejas para retirar la dulce miel que han elaborado, así las comodidades corporales arrojan del alma el temor de Dios y le roban toda obra buena»

  • Se decía del abad Pior que comía caminando. Y al preguntarle uno por qué comía así, respondió que no comía como el que realiza una ocupación sino como el que realiza una cosa
    superflua. A otro que le hizo la misma pregunta le contestó: «Es para que mientras como el
    alma no experimente ningún placer corporal».

  • Decían del abad Pedro Pionita, que vivía en las Celdas, que no bebía vino. Cuando se hizo viejo, le rogaban que tomase un poco. Como no aceptaba, se lo mezclaron con agua y se lo presentaron. Y dijo: «Creedme, hijos, que lo considero un lujo». Y se condenaba a si mismo por tomar ese agua teñida de vino.

  • Se celebraron un día misas en el monte del abad Antonio, y se halló allí un poco de vino. Uno de los ancianos llenó una copita y se la llevó al abad Sisoés y éste se la bebió. Recibió una segunda copa y la bebió también. Pero cuando le trajeron la tercera, la rechazó diciendo: «Alto, hermano, ¿acaso ignoras que existe Satanás?».

  • Un día el abad Sisoés decía con parrhesia: «Créeme; hace treinta años que no ruego a Dios por mis pecados, sino que le digo en mi oración: "Señor Jesucristo, defiéndeme de mi lengua". Pero hasta ahora, caigo por causa de ella y cometo pecado».

  • Santa Sinclética dijo: «El estado que hemos elegido nos obliga a guardar la castidad más perfecta. Porque los seglares piensan que guardan castidad, pero es necedad ya que pecan con los otros sentidos, sus miradas son poco decentes y ríen desordenadamente».

  • Dijo también: «Así como las medicinas amargas alejan a los animales venenosos, el ayuno, con oración, arroja del alma los malos pensamientos».

  • El abad Sisoés decía: «Nuestra verdadera vocación es dominar la lengua».

  • El abad Hiperiquio decía: «El león es terrible para los potros salvajes. Lo mismo el monje experimentado para los pensamientos deshonestos».

lunes, 22 de junio de 2009

Del dominio de sí

  • El abad Daniel contaba que el abad Arsenio pasaba la noche en vela. Después de velar toda la noche, cuando al amanecer quería dormir, por las exigencias de la naturaleza, decía al sueño: «Ven, siervo malo», y sentado dormía furtivamente un poco y en seguida se levantaba.
  • Se decía del abad Agatón que durante tres años se había metido una piedra en la boca, hasta que consiguió guardar silencio.

  • El abad Benjamín, presbítero en las Celdas, fue un día a un anciano de Scitia y quiso darle un poco de aceite. Este le dijo: «Mira donde está el vasito que me trajiste hace tres años: donde lo pusiste allí sigue». Al oír esto, nos admiramos de la virtud del anciano.

  • Decían del abad Eladio que había vivido veinte años en su celda sin levantar los ojos para ver el techo.

  • Dijo el abad Teodoro: «La falta de pan extenúa el cuerpo del monje». Pero otro anciano decía: «Las vigilias lo extenúan más».

  • El abad Juan, que era de pequeña estatura decía: «Cuando un rey quiere tomar una ciudad a los enemigos, primero les corta el agua y los víveres, para que agotados de hambre capitulen. Lo mismo ocurre con las pasiones carnales: si el hombre vive en ayuno y hambre, los enemigos que tientan su alma se debilitan».
  • Dijo también: «Subía un día por el camino que lleva a Scitia, con un fardo de palmas. Vi un camellero gritando, que me empujaba a la cólera. Abandoné mi carga y huí».

  • Un hermano preguntó al abad Isidoro, anciano de Scitia: «¿Por qué te temen tanto los demonios?». Y el anciano respondió: «Desde que soy monje me he esforzado en impedir que la cólera suba a mi garganta».
  • Decía también que durante más de cuarenta años, en los cuales se había sentido interiormente empujado al pecado, nunca había consentido ni a la concupiscencia, ni a la ira.

jueves, 11 de junio de 2009

Sentencia de los Padres

  • El abad Pambo preguntó al abad Antonio: ¿Qué debo hacer?. El anciano contestó: No confíes en tu justicia; no te lamentes del pasado y domina tu lengua y tu gula.
  • Dijo San Gregorio: De todo bautizado Dios exige tres cosas: una fe recta para el alma, dominio de la lengua; castidad para el cuerpo.
  • Dijo también: Anunciaron a un monje la muerte de su padre, y el monje dijo al mensajero: "Deja de blasfemar; mi padre es inmortal".
  • Decían del abad Teodoro de Fermo que aventajaba a todos en estos tres principios: no poseer nada, la abstinencia y el huir de los hombres.
  • En Scitia, un hermano vino al encuentro del abad Moisés, para pedirle una palabra. Y el anciano le dijo:Vete y siéntate en tu celda; y tu celda te lo enseñará todo.
  • El abad Moisés dijo: El hombre que huye del hombre es semejante a la uva madura; el que convive con los hombres, a la uva amarga.
  • Un hermano rogó al abad Amonio: Dime una palabra. El anciano le dijo: «Adopta la mentalidad de los malhechores que están en prisión"¡Ay de mí! ¿Cómo podré estar en pie ante el tribunal de Cristo? ¿Cómo podré darle cuenta de mis actos?". Si meditas así continuamente, podrás salvarte.

martes, 26 de mayo de 2009

To be saint III

"¡María no es el centro, pero esta en el centro!"

Hacerse esclavo de Dios es asegurarse la vida eterna.

En todas partes por donde pasó dejó, sin embargo, algo de Dios, como dejan los santos.

En todas partes por donde pasan los santos dejan algo de Dios.

"La verdadera sabiduría, entonces consiste en obras, no en grandes talentos que el mundo admira; pues los sabios en la estima del mundo . . . son necedad que hacen nada de la voluntad de Dios, y no saben como controlar sus pasiones"

"No hay lengua capaz de explicar las dulzuras de este Sacramento, pues en la Sagrada Comunión bebemos la dulzura en la propia fuente".


El alma unida a Dios se diviniza de tal manera que llega a pensar, a desear y obrar conforme a Jesucristo.

He visto que la felicidad en el mundo no existe. Siempre su trato me deja un vacío que lo llena por completo Nuestro Señor.

Los corazones de los hombres aman un día y al otro son indiferentes. Solo Dios no cambia.

Sólo Yo comprendo perfectamente cómo me inmolo todos los días sobre el altar por la salvación de los fieles, lo que no pueden comprender absolutamente ni los querubines ni ninguna potencia celestial.

Basta amar al Santo de los Santos, para llegar a ser santos.

Despreció la muerte para escapar a la muerte.

Hemos de contemplar la presencia de Dios en sus criaturas. Mientras el hombre no ve a Dios en el mundo, está ciego; mientras no escucha su voz poderosa en la creación, está sordo. Santa Teresa cuenta que no fue educada en la captación de esa presencia, sino que la descubrió por experiencia.

Sabe Dios perfectamente cuál es el bien que promueve y cuál el mal que permite para un bien mayor.

Dios da a los que sinceramente le buscan luz suficiente para ir acertando con Su voluntad

En todo caso, sí puede decirse en términos generales que cuanto más espiritual y santo es un cristiano, con más facilidad capta la providencia de Dios sobre su tiempo, sobre las personas y las obras.

Dice San Juan de la Cruz que el hombre «para llegar a Dios antes ha de ir no entendiendo que queriendo entender

lunes, 4 de mayo de 2009

To be saint II

Tu vida puede ser la única Biblia que muchos lean.

Perdonar no es olvidar, es recordar sin dolor, sin amargura, sin la herida abierta; perdonar es recordar sin andar cargando eso, sin respirar por la herida, entonces te darás cuenta que has perdonado.

La falta de voluntad ha causado más fracasos que la falta de inteligencia o habilidad.

La felicidad es el fruto sobrenatural de la presencia de Dios en el alma. Es la felicidad de los santos. Ellos la viven en las mas adversas circunstancias y nada ni nadie se las puede quitar.

Quien quiera algo que no sea Cristo, no sabe lo que quiere; quien pida algo que no sea Cristo, no sabe lo que pide; quien no trabaje por Cristo, no sabe lo que hace.

Como es posible que alguien que cree en Dios pueda amar algo fuera de Él.

Un cristiano fiel, iluminado por los rayos de la gracia al igual que un cristal, deberá iluminar a los demás con sus palabras y acciones, con la luz del buen ejemplo.

Cuanto más tentado te veas, sábete que eres más amado. Nadie debe reputarse siervo de Dios hasta tanto que pase por las tentaciones y arideces.

El amor es la perfección del espíritu y la caridad es la perfección del amor.

Una prueba de que amamos a Dios verdaderamente es que lo amamos de igual forma en todas las ocasiones.

Muere o conquista... No puede haber ninguna reserva en el amor.

Amad y haced lo que queréis, porque quien posee el amor todo lo posee.

jueves, 16 de abril de 2009

Agunas Reflexiones!!!

No hay tiempo mejor empleado que el que se invierte en santificar el alma del prójimo.

El tiempo transcurrido en glorificar a Dios y en cuidar la salud del alma, no será nunca tiempo perdido.

Quien no cree en el demonio no cree en el Evangelio (Juan Pablo II al exorcista Pellegrino Ernetti).

Un solo acto de amor a Dios en tiempos de aridez vale más que cien en momentos de ternura y consuelo.

Lo más oscuro de la noche suele estar a pocos minutos de la aurora.

En ningún sitio está uno mejor que donde quiere el Señor que estemos.

"Desde que comenzó la guerra hice el propósito de dar la vida por Cristo. ¡No voy ahora a romper el ayuno cuando están a punto de dar las doce!" (Ultimas palabras del mártir cristero Noberto López antes de ser fusilado, con las que rechazaba la oferta de salvar su vida a cambio de apostatar).

El demonio tiene una única puerta para entrar en nuestro espíritu: la voluntad. No existen puertas secretas.

El hombre que ha empezado a vivir seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera.

Si se consigue vencer la tentación, ésta produce el efecto de un lavado en la ropa sucia.

Los espíritus mediocres suelen condenar todo aquello que está fuera de su alcance.

No serás mas santo si te adulan ni más abyecto si te vituperan. Eres lo que eres. Ante Dios no puedes ser ni más grande de lo que eres, aunque te ensalcen los hombres.

La única tragedia que nos puede pasar, es no ser santos.

No siempre eliges el camino, sino que a veces el camino te elige a vos, nos guste o no.

De todas las cosas existentes algún día tendrás que separarte, quieras o no, algunos lo hacen antes voluntariamente, otros después sin desearlo.

jueves, 2 de abril de 2009

Lucha por ser santo, ese es tu único fin.

Ten por cierto que tu vida ha de ser una muerte continua y que cuanto más uno muere a sí mismo, tanto más vivirá para Dios.

Cuando el hombre haya llegado al punto de no buscar consuelo en ninguna criatura, entonces comenzará por primera vez a gustar perfectamente de Dios y estará contento de todo lo que le puede acontecer.

Luchar contra las pasiones y las malas inclinaciones es una tarea más pesada que transpirar en las faenas corporales. Y el que no evita las faltas pequeñas, poco a poco resbalará hasta caer en las grandes.

Los que enseñen a otros la santidad brillarán como estrellas por toda la eternidad.

El día que no haya santos, no habrá Iglesia.

La auténtica santidad se consuma siempre en la cruz.

Un santo hace al mundo más rico, más bello, más bueno.

Una sola cosa detiene a muchos del progreso espiritual y de un decidido esfuerzo por corregirse: el horror a la dificultad o el miedo a la lucha. En realidad los que más avanzan en las virtudes son los que mas virilmente se esfuerzan por superar lo que más los estorba y obstaculiza.

Cuando poseas a Cristo serás rico y eso te bastará. Él será tu proveedor y te conseguirá fielmente cuanto necesites para que no debas esperarlo de los hombres, porque estos cambian fácilmente y pronto desaparecen, mientras Cristo permanece eternamente y esta firme hasta el fin.

Los que hoy están contigo mañana pueden ser tus contrarios, y al revés, porque los mortales cambian a menudo como el viento.

Cristo quiso padecer y ser despreciado, ¿y tú te atreverás a quejarte de algo?

El que se ha acostumbrado a vivir interiormente y tener en poco valor las cosas externas, no precisa lugares ni espera circunstancias para entregarse a la oración.

Nada mancha ni esclaviza tanto el corazón del hombre como el amor desordenado a las criaturas. Si renuncias a los consuelos exteriores podrás mirar las cosas celestiales y gozar de grande alegría en tu corazón.

Un hombre dominado por las pasiones, hasta el bien convierte en mal y todo lo cree malo.

viernes, 27 de marzo de 2009

Frases de santos III


En resistir, pues, a las pasiones se halla la verdadera paz del corazón, y no en seguirlas.


No hay, pues, paz en el corazón del hombre carnal, ni del que se entrega a lo exterior, sino en el que es fervoroso y espiritual.

El que no está dispuesto a sufrirlo todo, y a hacer la voluntad del amado, no es digno de llamarse amante.

Aún no has resistido hasta derramar sangre. Poco es lo que padeces, en comparación de lo que padecieron tantos, tan fuertemente tentados, tan gravemente atribulados, probados y ejercitados de tan diversos modos.

No es cosa de poco momento ganar o perder el reino de Dios.

Algunos padecen graves tentaciones al principio de su conversión, y otros al fin, pero otros son molestados casi por toda su vida.

Si no puedes hacerte a ti cual deseas, ¿cómo quieres tener a otro a la medida de tu deseo? De buena gana queremos a los otros perfectos, y no enmendamos los propios defectos.

Los Santos y amigos de Cristo sirvieron al Señor en hambre y en sed, en frío y desnudez, en trabajos y fatigas, en vigilias y ayunos, en oraciones y santas meditaciones, en persecuciones y muchos oprobios.

Los mayores Santos evitaban cuanto podían la compañía de los hombres, y elegían el vivir para Dios en su retiro.

Por esto, al que quiere llegar a las cosas interiores y espirituales le conviene apartarse con Jesús de la gente.

viernes, 20 de marzo de 2009

Frases de santos II

Las plegarias de los santos en el cielo y de los justos en la tierra son cual perfume de duración eterna.

Los que enseñen a otros la santidad brillarán como estrellas por toda la eternidad.

Los santos fueron santos, porque quisieron, con inmenso querer, ser fieles.

Los santos son los que verdaderamente son poderosos, porque tienen al mismo Señor con ellos.

Nada estorba a la santidad si somos fieles.

No eres más santo porque te alaben, ni más vil porque te desprecien.

Nunca es demasiado tarde para empezar a hacerse santos.

Si de veras le servimos y le amamos, eso es la santidad.

Solo hay una desgracia: no ser santo.

Toda santidad cristiana, es la respuesta a una llamada y la obediencia a una inspiración divina, discernida y reconocida como tal.

Todas las grandes empresas de santidad de la Biblia y de la historia de la Iglesia reposan sobre un “sí” dicho a Dios en el momento en que Él revela personalmente a alguien su voluntad.

Todo cristiano debe ser un verdadero cristiano, un perfecto cristiano. ¿Y cómo se llama la vida perfecta de un cristiano? Se llama “santidad”. Por ello, todo cristiano debe ser santo.

Un gran deseo de ser santo, es el primer peldaño para llegar a serlo; y al deseo se ha de unir una firme resolución.

Un santo triste es un triste santo.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Dichos de Santos

En lugar de desanimarme, me he dicho a mí misma: Dios no puede inspirar deseos irrealizables; por lo tanto, a pesar de mi pequeñez, puedo aspirar a la santidad.

Jesús me pide que sea santa. Que haga con perfección mi deber. Que el deber es la cruz.

La aventura de la santidad comienza con un «sí» a Dios.

La ciencia de los santos es la voluntad de Dios.

La marca de un santo no es la perfección, sino la consagración.

Un santo no es un hombre sin faltas, es un hombre que se ha dado sin reservas a Dios.

La santidad consiste en estar siempre alegres.


La santidad consiste en la disposición del corazón.

La santidad es muy sencilla, dejarse confiada y amorosamente en brazos de Dios, queriendo y haciendo lo que creemos que Él quiere.

La santidad no es un privilegio para algunos, sino una obligación para todos, "para usted y para mí".

La santidad se encuentra en el camino que nos abre cada uno de nuestros días, en que se ofrecen a nosotros, con atractivo desigual, los deberes de nuestra vida cotidiana.

La santificación se forja cuando Dios va quitando al alma todo, y la deja como en un inmenso desierto.

martes, 3 de marzo de 2009

Tender a la Santidad

No todo el que diga, Señor, Señor ..... entrará en el reino de los cielos.

"A cualquier precio que sea, es necesario que Dios esté contento."

"Los santos no nacieron santos; llegaron a la santidad después de una larga continuidad de vencimientos propio."

"Los corazones de los hombres aman un día y al otro son indiferentes. Solo Dios no cambia".

El alma que anda en amor, ni cansa, ni se cansa.

El alma que está enamorada de Dios es un alma gentil, humilde y paciente.

"Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar, te enseña a que hagas cuanto puedes, y a que pidas lo que no puedes".

"En la medida en que se ama algo temporal, se pierde el fruto de la caridad."

"Un cristiano fiel, iluminado por los rayos de la gracia al igual que un cristal, deberá iluminar a los demás con sus palabras y acciones, con la luz del buen ejemplo".

Siempre ha habido santos, pero ¿quién está realmente cualificado para canonizarlos?.

Basta amar al Santo de los Santos, para llegar a ser santos.

Como el niño está obligado a hacerse hombre, el cristiano está obligado a ser santo.

El secreto de la santidad consiste en no cansarnos nunca de estar empezando siempre.

El verdadero ideal cristiano no es ser feliz, sino ser santo.

martes, 24 de febrero de 2009

Razones para ser santo

  • "¿Porque razón hay tan pocos contemplativos?, Porque muy pocos saben separarse enteramente de las criaturas perecederas"
  • La perfeccion es la meta a la cual todos deben aspirar, cada uno según su condición.
  • El progreso en la caridad debería ser más rápida a medida que nos acercamos a Dios.
  • Toda la doctrina demuestra que no es posible separar santificación y salvación, como los que dicen: "Yo nunca llegaré a ser santo, me basta con salvarme." Hay en esa manera de ver las cosas un error de perspectiva; la santificación progresiva es en realidad el camino de la salvación; en el cielo no habrá mas que santos, y por eso todos y cada uno debemos aspirar a la santidad.
  • Es posible alcanzar la santidad en el estado matrimonial, como Santa Clotilde, San Luis, la beata Ana María Taigi; pero es mas dificil llegar a ella por ese camino.
  • El sacerdote, en efecto debe iluminar a los demás, y sería muy conveniente que él se encontrase en la vía iluminativa, como convendría que el obispo se hallase en la vía unitiva de los perfectos.
  • Si la vida no se eleva, desciende; y para evitar que descienda, es preciso que se eleve como una llama.
  • Comienzan estos a ver claro que es preciso ser verdaderamente pobres de espíritu y humildes para crecer en la caridad; que hay que renunciar a todas las niñerias, burdas o sutiles, de la vanidad, del orgullo y de sensualidad espiritual.
  • "La gracia no destruye la naturaleza (en lo que tiene de bueno) sino que la perfecciona."
  • Para conseguir adelantar en la vida espiritual por medio de la lectura debemos aprender a leer atentamente, y no devorar los libros; es preciso penetrar bien en lo que se lee.

jueves, 29 de enero de 2009

Flesh and Spirit

  • Pero aún en tiempos de profunda vida cristiana, carne, mundo y demonio siguen siendo enemigos poderosos de la vida en Cristo, y también entonces tienen pleno sentido los votos, las promesas, las reglas de vida.

  • «No hay camino que más pronto lleve a la suma perfección que el de la obediencia»

  • Ni los mismos laicos santos se dan plena cuenta de lo que sufren... Muchas de esas cosas, por supuesto, dejarían de afligirles si ellos abandonaran su pretensión de santidad.
  • El demonio nos hace perder el único sentido verdadero de la vida: el de Dios.

  • Pocas personas llegan a la perfección cristiana, es cierto; son «tan pocas que me da vergüenza decirlo» pero entre los cristianos santos, los laicos ocupan una proporción no pequeña.
  • La gracia no destruye la naturaleza, sino que la perfecciona y la eleva.
  • Sta. Brígida dijo: "La verdadera sabiduría, entonces consiste en obras, no en grandes talentos que el mundo admira; pues los sabios en la estima del mundo . . . son necedad que hacen nada de la voluntad de Dios, y no saben como controlar sus pasiones".
  • "¡María no es el centro, pero esta en el centro!", nos dice SAN LUIS DE MONTFORT
  • No te mueva la autoridad del que escribe si es de pequeña o grande ciencia; mas muévate a leer el amor de la pura verdad. No mires quién lo ha dicho, mas atiende qué tal es lo que se dijo. Los hombres pasan; mas la verdad del Señor permanece para siempre.
  • El flaco de espíritu y que aún está inclinado a lo animal y sensible, con dificultad se puede abstraer totalmente de los deseos terrenos.
  • En resistir, pues, a las pasiones se halla la, verdadera paz del corazón, y no en seguirlas.
    No hay, pues, paz en el corazón del hombre carnal, ni del que se entrega a lo exterior, sino en el que es fervoroso y espiritual.
  • ¿Cuál fue la causa por que muchos de los Santos fueron tan perfectos y contemplativos? Porque estudiaron en mortificarse totalmente a todo deseo terreno; y por eso pudieron con lo íntimo del corazón allegarse a Dios y ocuparse libremente en sí mismos.
  • Y también ocurre que cuando alguna adversidad se nos ofrece, muy presto nos desalentamos y nos volvemos a las consolaciones humanas.

jueves, 8 de enero de 2009

Sabiduría de Dios

  • «Hay gracias, ya lo sabemos, que Dios da al hombre en la vida mística al «modo divino».

  • El que posee plenamente, por ejemplo, el espíritu de la Eucaristía, no va a misa solamente los domingos -la ley siempre exige únicamente mínimos vitales-, sino todos los días que puede.

  • Los santos sabían perfectamente que la perfección solamente está en la caridad, y que la Regla sólo impulsa obras mínimas; pero también creían que era imposible llegar a la perfección de la caridad sin guardar fielísimamente la Regla profesada.

  • Sin un cierto plan de vida no parece viable la búsqueda de la perfección.

  • Y toda alianza debe ser guardada con fidelidad.


  • Por lo demás, los votos han de cumplirse al Señor con toda fidelidad. Deben ser cumplidos por fidelidad moral jurídica, pues de otro modo hubiera sido mejor no hacerlos: que «nada te impida cumplir pronto un voto, no esperes a la muerte para cumplirlo. Antes de hacer un voto, míralo bien, no seas como quien tienta al Señor» (Eclo 18,22). Pero, sobre todo, deben cumplirse los votos por fidelidad de amor al Señor, y por tanto, con alegría: «Haced votos al Señor y cumplidlos».


  • Por los votos el cristiano se obliga libremente con una especie de nueva ley personal, que se añade a las leyes generales de la Iglesia. Los cristianos laicos apenas conocen hoy esta maravilla de liberación y de santificación en la gracia divina.

  • Cien fallos en el discernimiento, más o menos conscientes, y mil demoras en la ejecución, más o menos deliberadas, van abortando innumerables veces el nacimiento de las buenas obras que Dios quería realizar en el cristiano.

  • Ser cristiano y no anhelar la santidad, es decir buscar incesantemente ser santo, es ignorar por completo la Santidad de Dios.

  • Apenas perceptible es el camino que nos conduce al Eterno, porque cuanto mas nos acercamos, más nos alejamos.

viernes, 2 de enero de 2009

Cuerpo y Espíritu

  • Y dichosos mas aquellos que lloran sus pecados, y que, por una inspiración del don de ciencia, comprenden que el pecado es el mayor mal, y con sus lágrimas obtienen el perdón.

  • No hay que echar en olvido que, con idéntico grado de caridad habitual, un alma evita más que otra el pecado venial; ya porque su generosidad es mas perfecta, o ya por encontrar menos dificultades en su temperamento, o menos trabajo, o menos contradicción de parte de los hombres.

  • Esta demostrado que aunque accidentalmente, un alma perfecta pueda tener menor caridad que la de un principiante llamado a extraordinaria santidad, la perfección requiere, sin embargo, por naturaleza, una gran caridad. Y esta no se consigue sino después de haber vencido muchas tentaciones y adquirido abundantes méritos.

  • El mas alto grado a que en esta vida se puede llegar, es a la unión espiritual entre el alma y Dios.

  • Cuando un alma se esta purificando no es raro que deba hacer frente heroicamente a las tentaciones contra la castidad y la paciencia, y luego contra las de la fe, esperanza y caridad.

  • El alma humana es, por naturaleza, racional e inmortal, y debería la gracia hacerla vivir de una vida propiamente divina; que esto es lo que normalmente exige el estado de gracia.

  • Lo que en el reino de la naturaleza está dividido se unifica en el Dios, y sobre todo en Dios mismo.