Mirad. Noche y día mi alabanza es incienso que sube hacia el cielo.
Silencio y desierto rodean mi vida, trabajo y plegaria la llenan...Donde mi espíritu reposa lleno de renovada alegría.
Mirad, no tengo ni esposa ni hijos, muros encierran mi celda; mas abre en mí la puerta del Paraíso.
No doy testimonio con palabras, pero mis voces aturden al mundo. Dialogar no es mi ocupación: "Dios me encadena a su silencio. Para nada más sirves ya, en la Cartuja hoy, si Él te da la vocación."
Un Monje
Mirad, no tengo ni esposa ni hijos, muros encierran mi celda; mas abre en mí la puerta del Paraíso.
No doy testimonio con palabras, pero mis voces aturden al mundo. Dialogar no es mi ocupación: "Dios me encadena a su silencio. Para nada más sirves ya, en la Cartuja hoy, si Él te da la vocación."
Un Monje
No hay comentarios:
Publicar un comentario